Según la UCIP, casi el 14% de los comerciantes consultados estima que reducirá su planta de personal en los próximos meses. Además, un informe nacional de CAME sobre la industria pyme reafirma la tendencia y anticipa posibles despidos en la ciudad en medio del ajuste.
En medio del complejo escenario económico, atravesado principalmente por la elevada inflación, la suba de costos, la retracción del consumo y la caída del poder adquisitivo y las ventas, comercios e industrias de Mar del Plata admiten que están evaluando reducir personal.
Los comercios minoristas de la ciudad sostienen hace exactamente un año una progresiva caída en sus ventas, que este verano ni siquiera logró ser revertida por el movimiento turístico y las promociones vigentes.
Febrero fue el decimosegundo mes consecutivo que cerró con una marcada baja (21%) en la cantidad de operaciones, de acuerdo a los datos relevados por la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) en comercios de los rubros alimentos y bebidas, ferretería, calzado, plomería, farmacia, materiales de construcción, indumentaria, perfumería, regalería, óptica y bazar, entre otros.
La caída de las ventas y el impacto de la inflación impactó de lleno en la rentabilidad y la recaudación de buena parte de los comercios. El gran interrogante, luego de la temporada, es cómo los comerciantes sobrellevarán el resto el año respecto al mantenimiento de sus negocios y las fuentes de trabajo que los mismos tienen.
El 86,4% de los comerciantes afirmó que la plantilla de empleados se mantendrá sin cambios en el próximo semestre, pero el 13,6% reconoció que planea reducir el personal. Detrás de esa cifra hay cientos de puestos de trabajo que, según los propios comerciantes, ya están en riesgo.
A su vez, un informe nacional de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también da cuenta de la posibilidad de que algunas industrias reduzcan personal en el actual escenario. Se trata del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), con una muestra que alcanzó a 413 industrias pymes a nivel federal, entre ellas algunas de Mar del Plata.
El relevamiento marca que la industria manufacturera pyme se retrajo 9,9% en febrero frente al mismo mes del año pasado. Se trata del tercer mes consecutivo en que la actividad fabril cae. En la comparación mensual, desestacionalizada, también se registró un descenso de 7,7% y en el acumulado del año la actividad cae 21,7%.
Lo que más preocupó en febrero fueron las subas de costos, especialmente en servicios y combustibles. A su vez, hay incertidumbre por el impacto que pudiera tener la apertura de importaciones en algunos sectores.
El sector “Alimentos y bebidas“, con amplia presencia en Mar del Plata, registró una caída de 0,3% anual a precios constantes en febrero y de 1,1% en la comparación intermensual. En los primeros dos meses del año acumula una baja de 14,6% anual.
En febrero continuaron las subas de precios en los insumos del sector y las empresas señalaron perjuicios por las subas de costos, principalmente de la energía y el transporte.
“Sería bueno que se reactive el consumo, de lo contrario nos veremos en la obligación de reducir personal”, reconocieron representantes de la industria de “Alimentos y bebidas” de Mar del Plata en este informe nacional de la CAME publicado en las últimas horas.
Fuentes del Parque Industrial “General Savio” de la ciudad, donde la industria de alimentos y bebidas tiene fuerte presencia, aseguran que al menos hasta ahora, las empresas no están proyectando despedir gente “masivamente”. Por el momento no hay despidos, pero tampoco contrataciones. La demanda laboral está quieta.
El sector textil, con marcada presencia en Mar del Plata, creció 10,5% anual en febrero, aunque registró una caída de 2,4% frente a enero. En los primeros dos meses del año acumula una baja de 1,3% anual, informó CAME.
Empresarios manifestaron que hoy la mayor preocupación del sector es la posibilidad de una apertura en las importaciones, lo que sacaría a muchas industrias del mercado. “La venta sigue bajando, los gastos fijos suben desmedidamente, no habrá manera de sostener la empresa si esta situación no cambia”, reconoce una de las fábricas dentro del informe.
En febrero el sector se retrajo 10% anual a precios constantes y 3% en la comparación intermensual. Para los primeros dos meses del año acumula una baja interanual de 24,6%. Las empresas vinculadas a la obra pública son las que atraviesan la situación más difícil por la parálisis de esa actividad. Las compañías orientadas a la fabricación de muebles señalan que el aumento del precio de la madera hace inviables los presupuestos que se pasan.
“Es muy compleja la situación. Les dimos una semana anticipada de vacaciones pagas a todos los empleados debido a la falta de trabajo y ahora tenemos que seguir, pero no hay demanda”, admite una fábrica de Mendoza en el informe.
El sector tuvo una contracción de 15,2% anual a precios constantes en febrero y del 4,9% en la comparación intermensual. En los primeros dos meses del año acumula una caída de 27,9% en relación con el mismo período del año pasado. Al ser una actividad muy transversal al resto de las industrias, los empresarios ven un panorama complejo para los próximos meses.
“Vamos a tener que reducir empleados porque no estamos vendiendo. Tenemos las máquinas paradas, no hay demanda, y las industrias que son nuestros clientes están muy mal”, admite una empresa de Malvinas Argentinas, Córdoba.
La actividad del sector se contrajo 23,1% anual en febrero, siempre a precios constantes, y 6,2% en la comparación intermensual. Con ese resultado, en los primeros dos meses del año acumula una baja de 31,2% frente al mismo período del año pasado.
“Hicimos una inversión en una planta nueva que no estamos pudiendo poner en marcha porque la empresa proveedora de energía eléctrica no nos está abasteciendo. Tenemos las máquinas nuevas montadas con todas las instalaciones correspondientes listas para operar, pero frenadas”, reconoce una fábrica de Chaco.
El sector experimentó una marcada caída de 24,6% anual a precios constantes en febrero y acumula un descenso de 26% en el primer bimestre del año. Hubo un deterioro significativo en la cadena de pagos y más problemas para cobrarle al cliente. Se deterioró la rentabilidad de la actividad y, frente a la falta de demanda, las industrias tuvieron dificultades para trasladar los mayores costos a precios.
“Estamos con problemas de financiación. Hay proveedores que acortan la forma de pago y algunos exigen pago anticipado para los insumos”, reconocen en Salta. “Por el inicio de clases, en febrero mejoró algo, pero no lo que esperábamos. Estamos vendiendo mucho menos que el año pasado”, indica una empresa de Córdoba.
El último dato sobre desempleo en Mar del Plata fue dado a conocer en diciembre de 2023 y corresponde al tercer trimestre de ese año: en ese entonces, la cifra difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) fue del 7,2% y afectaba a 24 mil ciudadanos. Con esos datos, la ciudad se ubicó en el tercer lugar con mayor desocupación del país, después de Ushuaia (7,9%) y La Plata (7,5%).
En paralelo, están los elevados niveles de inflación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en febrero una suba de 13,2% y llegó a 36,6% en el primer bimestre del año.
En estos meses, en los comercios se pronunció la caía de las ventas y en todas las industrias advierten una notable disminución del consumo, luego de la devaluación del 118% en diciembre.
Frente a este escenario atravesado por una incertidumbre total de cara al escenario posterior al verano, sumado al incremento previsto para las tarifas de los servicios básicos, parte de los comercios minoristas y las industrias pyme en Mar del Plata ya admite que evalúa reducir personal en los próximos meses.